Más de 30 personas concluyeron este programa de formación que busca contribuir a relevar y profesionalizar la labor de quienes acompañan a personas con discapacidad intelectual.
En el Salón de Honor de la Universidad de los Andes se realizó, el pasado sábado 14 de diciembre, la ceremonia de egreso de la versión 2024 del Curso Cuida2, programa de la Fundación Isabel Aninat Echazarreta, desarrollado en conjunto con la casa de estudios. En esta edición, más de treinta alumnos de distintas comunas de la Región Metropolitana y de la Región de O’Higgins, recibieron sus diplomas de participación al concluir esta formación que busca profesionalizar la labor del cuidado de personas con discapacidad intelectual.
Los estudiantes, que completaron este curso de 15 sesiones y 60 horas pedagógicas, se desempeñan en diversas instituciones sin fines de lucro, entre ellas, la Fundación Cristo Especial en San Joaquín; Pequeño Cottolengo (de Rancagua y Cerrillos); Fundación Rostros Nuevos (del Hogar de Cristo) y el Hogar Los Ceibos en Colina (de Fundación Coanil).
En el encuentro, Magdalena Matte, en representación de la Fundación Isabel Aninat Echazarreta y su presidente, Enrique Alcalde, se refirió a la importancia de esta labor formativa que entrega herramientas y conocimientos que no solo contribuyen a mejorar la tarea del cuidado, sino también permite entender el sentido del trabajo diario de quienes acompañan a las personas con discapacidad.
“Esta iniciativa ha sido pensada, planificada y ejecutada teniendo como principal elemento aglutinador el amor y el servicio. Cuidar a otro, especialmente si él o ella está en una situación más vulnerable que nosotros es un acto de entrega. Nuestra misión ahora es seguir extendiendo y perfeccionando este curso, que tantos beneficios generará en sus respectivos entornos laborales y familiares y, por cierto, en nuestro querido país”, señaló Magdalena Matte.
Sembrar esperanza
El acto de cuidar a una persona, más aún si tiene discapacidad intelectual, es una ocupación que no siempre tiene resultados mediatos o visibles. Según destacó Silvana Becerra, subdirectora de Innovación de la Universidad de los Andes, en este proceso es muy importante desarrollar la tolerancia a la frustración porque el camino tiene diversos desafíos, los que fueron analizados a lo largo del curso.
“Sabemos que hay días en que las expectativas no se cumplen y que el cansancio es abrumador. Ahí es cuando la fortaleza interior y la resiliencia se convierten en un pilar fundamental. Hoy celebramos el término de este curso, pero sabemos que el aprendizaje y el crecimiento van a continuar, poniendo en práctica todos los conocimientos que han adquirido. Gracias por ser agentes de cambio, por tener paciencia y por el amor al prójimo, condiciones tan necesarias para marcar la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan”, indicó la subdirectora.
Se espera que los contenidos y las herramientas prácticas que se ofrecen en el programa contribuyan a mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad y sus cuidadores, relevando el valor de esta noble tarea, que no siempre es bien reconocida y valorada, dijo la Doctora Paulina Arango, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes y directora del Curso Cuida2.
“Con Cuida2 queremos relevar el trabajo que hacen y todas las dificultades y esfuerzos asociados a ello, además del gran impacto que ustedes pueden hacer y seguramente hacen todos los días por las personas a las que acompañan. Creemos también que el cuidador formal puede y debe profesionalizarse”, afirmó la Dra. Arango.
La ceremonia concluyó con el testimonio del alumno Adolfo Pino, quien junto con agradecer a la Fundación Isabel Aninat Echazarreta y a la Universidad de los Andes, destacó la experiencia de cursar este programa, que le permitió acercarse a los fundamentos de las personas con discapacidad intelectual, desde la comunicación efectiva hasta la atención médica y el apoyo emocional. “Hemos aprendido a abordar las necesidades únicas de cada persona y contribuir con la creación de entornos más inclusivos y accesibles. Pero este curso no solo ha sido adquirir conocimientos y habilidades, ha sido también sobre desarrollar una mentalidad y una actitud que nos permitan ser verdaderos aliados y defensores de las personas con discapacidad intelectual”.
A través de esta iniciativa, la Fundación Isabel Aninat reafirma su compromiso con la educación e inclusión de quienes más lo necesitan; ya que, en palabras de Natalia Sánchez, coordinadora de Proyectos de la Fundación, “la capacitación permanente de quienes acompañan y apoyan a las personas con discapacidad, es uno de los pilares fundamentales para mitigar la creciente brecha de cuidados que enfrentan las sociedades modernas. Para estar a la altura de los desafíos que impone un Sistema de Cuidados como el que se está gestando en nuestro país, resulta no solo clave, sino que urgente la profesionalización de una labor tristemente relegada e invisibilizada, y que paradójicamente constituye uno de los motores del desarrollo humano”.
